Una publicación en formato bolsa que contenía desde textos a otros materiales para intervenir en el espacio público.
LUGAR: Sevilla
EQUIPO DE TRABAJO: Santiago Barber + Xelo Bosch + Mª Luz Dominguez + Ana Hernando + Antonio Santos
EN COLABORACIÓN: Plataforma Vecinal Alamedaviva + Bares y comercios de la zona
SITIO WEB: http://www.nodo50.org/granpollodelaalameda/pollo.html
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Texto de pie de foto incluído en el libro «El Gran Pollo de la Alameda. Como nació, creció y se resiste a ser comido. Una docena de años de lucha social en el barrio de la Alameda, Sevilla»:
Alameda Kit fue una apuesta por crear un espacio con proyección comunicativa que uniera la contrainformación con la práctica y la acción. Formado por un consejo de redacción de cinco personas, el trabajo colectivo se encargaba de la edición, manufactura y distribución en bares, comercios y un puesto de venta en el mercadillo dominical.
Fue durante Marzo/Abril del 2001. Se realizaron 500 unidades que se vendían a un precio módico, para ello se buscó financiación entre los garitos del entorno alameda, que se publicitaban en su interior. Esta búsqueda resultó fatigosa y en cierta medida decepcionante dado el escaso nivel de compromiso de cierto tipo de bares, más preocupados por obtener unicamente beneficios económicos que por valorar y potenciar el espacio social que habitan. Es significativo recordar que el poco dinero que se les pedía les era devuelto en ejemplares de Kits que ellos podían vender posteriormente, era prácticamente un regalo que, curiosamente, no todos quisieron aceptar.
Para que el proyecto tuviera continuidad, ya estábamos trabajando en el número 2, hubo también una negociación con la dirección del FIDAS (Fundación para la Investigación y Difusión de la Arquitectura, Sevilla). Pese a haber muy buena sintonía con las gentes que llevaban el boletín FIDAS y haber colaborado en más de una ocasión (ver capítulo 00presentación), desde la dirección de la Fundación no lo tenían tan claro y prefirieron no mojarse en un asunto que les tocaba tan de cerca. A nuestra salida los despachos seguían inmóviles y limpios, parece que nada les perturbe…
Entre revista, manual de tergiversación y bolsita para hacer gamberradas, contenía en su interior diverso material: banderitas SI&DO, intervención sobre publicidad institucional del PA-100%, recetas de cocina alamedera con todos sus ingredientes sociales, libreto con textos en torno a la situación del barrio, sección de curiosidades “¿Sabías qué?”, trabajo gráfico en torno a la destrucción física del barrio y unos collages fotográficos que recogían el espíritu flamenco que impregna la alameda.
Era pues un compendio de materiales que trataba de incitar a la acción, de socializar herramientas expresivas y de situar nuevamente en la calle, de una manera lúdica y amena, las cuestiones que en ese momento eran de especial relevancia para el barrio.
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Rescato otro texto explicativo del «momento»:
Ante la necesidad de cubrir un hueco importante en lo que a información y presencia en la esfera pública de los procesos sociales que sacuden al barrio de la Alameda, y la urgencia por contraponer al discurso oficial unas ofertas de pensamiento y planteamientos divergentes que conduzcan a la acción social, proponemos desde “alameda guapa” y “Plataforma Alamedaviva” la elaboración y puesta en marcha del proyecto editorial alameda KIT. Este cumpliría a primera vista dos necesidades comunicativas:
- Contrainformativa; a la manera más “clásica” del término, es decir, sacando a la luz lecturas y opiniones que no vemos normalmente en los medios de comunicación de masas, creando opinión y contribuir a la constitución de ese espacio de debate y reflexión social.
- Acción-intervención. Posibilitar un conjunto de herramientas y materiales con las que agudizar la vista para ver en eventos aparentemente cotidianos, declaraciones de políticos, en la diversa propaganda institucional, etc, lo que de político se esconde tras ello; desde el kit pretendemos ofrecer posibilidades prácticas de intervención y servir de recipiente para futuras ideas.
Teniendo en cuenta éstas dos opciones comunicativas, desde el KIT no creemos sólo en la fuerza de la contrainformación como motor del cambio social, y apostamos por vincularla a prácticas sociales concretas. No se trataría sólo de contenidos “clarificadores” de la realidad sino de buscar ( y crear) las grietas que nos hagan cuestionar esa normalidad aparente.
Es por ello que no hemos elegido hacer una revista con sus textos, fotos y formato habituales, no es una diferencia de forma sino de las múltiples posibilidades que nos ofrece un kit, con toda una serie de accesorios que nos permitan accionar e intervenir en el medio y en definitiva plantear bajo éstos parámetros un proyecto que contenga en si mismo elementos tales como la acción social, la reflexión crítica y la difusión de iniciativas.
Para ello proponemos la apropiación de los códigos y maneras de representación del poder para confundirlos, desplazarlos y en definitiva “darles un cambiazo”.